Siempre he pensado que la cocina es cíclica. Tenemos que ir con las tendencias del mundo (aunque no comparta algunas, pero existen), con lo que el comensal busca y desea experimentar.

La cocina para mí, son “momentos” que hay que aprovechar y comer, y esta no será la excepción.

Contrario a las tendencias, lo que uno decida estudiar y luego trabajar en la vida, debe coincidir con esa llamita llamada “pasión”, ese gusto que llevamos muy dentro desde nuestra infancia y que luego se verá reflejada en nuestra vida que algunos expertos llaman éxito.

Y siguiendo esa llamita, en el año 2002 cuando apenas tenía 18 años tomé una de las mejores decisiones de mi vida, vencí esos miedos de viajar y estar sola, me radico en la ciudad de Buenos Aires- Argentina- y durante dos años y medio curso la carrera de gastronomía en el Instituto CESYT.

Y ya con ese sueño cumplido de tener mi título profesional y con mi corazón lleno de sueños regreso a Colombia y me radico en Bogotá, durante algún tiempo trabajo en cadenas hoteleras y restaurantes para adquirir experiencia sin abandonar la academia porque seguí tomando cursos sobre todo aquellos relacionados con la pastelería.

Pero mi sueño desde niña era tener mi propio negocio, mi propio restaurante, ser emprendedora en la competitiva industria gastronómica.

Y lo sueños se cumplen siempre y cuando mantenga uno su compromiso diario con ellos, así que en el año 2008 ocurrió esa primera vez, se llamaba “Shenhua, Cocina en Movimiento”, un restaurante de Cocina de Autor, ubicado en la calle 119 con carrera séptima de la ciudad de Bogotá.

Los clientes siempre nos preguntaban por qué “Cocina en Movimiento”, en ese momento respondíamos: “porque tenemos un menú cambiante y cada mes un plato especial diferente”.

A mediados de 2011 terminamos cerrando el restaurante pues nos ubicamos mal y los costos nos ganaron, pero también ganamos experiencia con las lecciones aprendidas, la llamita de mi pasión no se apagó, por el contrario, alumbró más.

Después, el nombre renació nuevamente, con las clases de cocina que dictábamos en los conjuntos residenciales de Bogotá. Proyecto que duró poco especialmente porque mi esposo no tenía mucho tiempo para colaborarme y no voy a decir mentiras, logramos impactar vidas y cambiar caras a la hora de la cena de muchos hogares bogotanos, recuerdo esos momentos y mi cara se ilumina con una sonrisa ya que siempre he tenido buen sentido del humor.

De ahí me dediqué al servicio de catering con el mismo nombre “Shenhua, Cocina en Movimiento”, hasta que me trasladé a la ciudad de Armenia, Quindío.

Con mi hermano Ciro Alejandro, quisimos colocar un lugar diferente de comida rápida, pero gourmet, artesanal en esta ciudad del eje cafetero muy visitada por turistas nacionales e internacionales, al cual llamamos “Clandestino, Cocina en Movimiento”, el plan se convirtió en realidad así que alquilamos un local en el norte de la ciudad y abrimos sus puertas en la mitad del mes de agosto del año 2018.

No sé si la palabra para describir nuestro menú de este nuevo restaurante en la región es “creé” o más bien “adapté” diferentes platos de la cocina internacional, a las hamburguesas artesanales (para mí las más originales y deliciosas de la ciudad, aunque la competencia estaba en muchos casos fuerte).

Muchas cosas buenas estaban por suceder y entre ellas el reconocimiento no solo de nuestro emprendimiento sino de algo más importante: de nuestra calidad de producto, de nuestro modelo de negocio y de nuestro excelente servicio al cliente.

Y me refiero al reconocimiento de “Premios La Barra 2019”.

Para muchos de ustedes que me leen y eso lo entiendo, desconocen de que se trata “Premios La Barra” y pasaré a explicarlo brevemente.

Después de un proceso de calificaciones con criterios por categoría definidos con anterioridad y puestos al conocimiento del público como resultado de las auditorias por parte de los jurados, “Premios La Barra” recibe una lista de establecimientos y personalidades con los puntajes más altos de cada región que se someterán a las votaciones durante un periodo durante el cual entran todos los restaurantes seleccionados en igualdad de condiciones y sin ningún puntaje adscrito.

Estas votaciones vía web dependen 100% del público, los nominados ya tienen el reconocimiento de los jurados y ahora obtendrán el reconocimiento de sus seguidores.

Como resultado de estas votaciones habrá ganadores regionales (con el resultado de las votaciones del público se obtendrá el 70% y el 30% restante será discutido y evaluado por el comité asesor de “Premios La Barra”).

En marzo del 2019 fuimos nominados a “Premios La Barra 2019” como Mejor Restaurante de Comida Rápida del Eje Cafetero (WOOW honor para mí y también para mi hermano y familia), aunque no ganamos ese año, iniciar un proyecto y ya estar en los ojos del huracán del mundo HORECA de Colombia es algo de otro mundo.

Fue para mí motivo de alegría estar en la ceremonia de premiación celebrada en Bogotá en Mayo de 2019 rodeada de más de 1000 invitados del sector de la industria gastronómica.

Pero la vida, el universo, para mi Dios, siempre te da las cosas en su momento, este año 2020, estoy nuevamente nominada a “Premios La Barra 2020”, como Mejor Nueva Cocinera del Eje Cafetero, algo bueno debo estar haciendo seguramente.

Llevo más de 15 años de mi vida dedicada con pasión a este mundo de la gastronomía, ha sido una montaña rusa, un mundo de conocimiento, de aprendizaje, de personas que dejan huella y otras no, pero con las que te ríes un rato, no paro de aprender y de ver que si no me “muevo” me quedo atrás y eso es lo que menos quiero.

Por eso le hago honor ahora a mi cocina, a mi forma de ver este mundo, a mis experiencias, a este blog, con “Cocina en Movimiento” para que siempre veamos el cambio que genera una pizca de sal y de dulce en nuestro mundo en movimiento.